La única regla para escribir el guión de un perro Andaluz que acordaron ambos autores Luís Buñuel y Salvador Dalí fue que ninguna de las imágenes debía de ser ni siquiera lejanamente racional y explicativa de su propio contenido. Si algo es característico de esta película es que cada imagen trasciende por si sola, sin necesidad de todas como un solo.
Las constantes alusiones de acciones que se hacen dentro de la película me parecen un elemento importante, como aquella primera y famosísima escena en la que la navaja atraviesa al ojo a la mitad, mientras que la luna es atravesada por la nube en horizontal, genera una armonía en las escenas al verlas juntas, como ocurre en muchas otras ocasiones.
Las dobles perspectivas, cuando el personaje masculino la empieza a tocar y tiene una especie de orgasmo, evidente a quien lo mira, a trabes de dos tomas mostrando dos estados de lo mismo , captamos exactamente , la situación en que se encuentra este sujeto y mejor aun , lo que esta sintiendo, dejando asomar los filos de su propio sadismo.
Un lenguaje retador, completamente surrealista, experimentador sin limites.
Dalí deja vislumbrar los escenarios y las situaciones mas lejanas a nuestra comprensión, como las hormigas en las manos y los animales muertos encima del piano, nos transporta y nos hacen sentir de inmediato. Me recuerda a la sensación que provocan sus pinturas. La película rompe con todo tipo de estructura u orden necesario, ambos sabían que no necesitaban apegarse a ningún modelo para poder lograr el objetivo final, de hecho la clave de su éxito era alejarse completamente de el no con la idea de alejarse sino de poder dejar el proyecto ser.
Vuelve Buñuel a mostrar una narrativa muy peculiar, que no significa jugar con el presente y el pasado, sino en como se va mostrando el mismo presente.
Quien dijo que los sueños solo se veían en el subconsciente estaba muy equivocado, porque aun así, se ven y se creen Ahora el cine podía provocar la duda y confundirnos sobre lo que es verdad y lo que es mentira e involucrarnos en un proceso mucho mas interesante como espectadores en donde debemos estar dispuestos a entrar sino queremos ser engañados y a interpretar las imágenes frente a nuestros ojos que buscan huir por completo de lo literal.
Ojos surrealistas....
"Para sumergir al espectador en un estado que permitiese la libre asociación de ideas era necesario producirle un choque traumático en el mismo comienzo del filme; por eso lo empezamos con el plano del ojo seccionado, muy eficaz". Luis Buñuel
Salvador Dalí
Salvador Dalí
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