James Stanley Brakhage, es conocido como una de las figuras mas importantes dentro del cine experimental. Sus distintos encuadres, juego de formatos, texturas, colores, superficies, luces y sombras generan una atmósfera provocadora llena de mitos artificiales pero a la ves una gran sensación de vida y excitación.
Dicen que la belleza permanece en los ojos de quien la mira, pues Brakhage debe de haber tenido los ojos mas bellos, capaces de dar motivo y razón a las cosas mas insignificantes .
Las herramientas llevadas a su máximo exponente, la edición y los cortes formados sobre la misma fila, dictando los ritmos de imágenes que juegan a ser notas en espera de una partitura musical, así se escucha Cathexis, que entre bellos destellos de colores y figuras prácticamente desconocidas, sentimos los brochazos de un pincel con óleo sobre un lienzo que esta siendo pintado o las cuerdas de una vieja guitarra que a tocado ya varias veces.
En ningún momento extrañamos a la música ni al sonido, porque ya están implícitos dentro de la imagen, que con sus constantes vibraciones y movimientos termina por generar un ruido que mantiene un ritmo y armonía.
Mothlight una de sus obras anteriores, menor en duración, provoca una mirada mas profunda que busca detalle en lo mas pequeño y cotidiano. Siguiendo un mismo tono que varia entre los tonos rosas y rojos acompañado de fondos blancos, apenas alcanzamos a percibir lo que podrían ser partes de pétalos o plantas de algún tipo. Una especie de mirada microscópica, que nos permite descubrir las mínimas particularidades de elementos que apenas dejan conocerse.
Mothlight (1963)
No quisiera poner palabras ni significados específicos a las obras de este gran artista, que a pesar del uso de elementos vanguardistas buscan capturar únicamente al ojo , alejándolo de cualquier tipo de razonamiento. pero la verdad me es difícil no encontrar alguna similitud o significado propio, probablemente ese sea parte del objetivo final, que cada quien saque concusiones y sus propios resultados partir de su experiencia., pero para eso debemos dejarnos ir al ritmo que las imágenes dictan, sin buscar una explicación absoluta. Es justamente ahí donde radica la grandeza de sus películas, que a pesar de poder detonar miles de sensaciones individuales distintas unas de otras, todo proviene de un común denominador que trabaja sobre las mismas bases sobre cualquier espectador.
Retomando su temática exploradora , pura e intimista pensamos en Window water baby moving, que me parece su pieza mas cercana a la realidad. La presencia de un parto , como cualquier experiencia deslumbradora por si sola, logra arrebatarnos las palabras la mayoría de las veces, dejándonos frágiles a merced de la situación, pero en esta pieza el artista no solo tuvo la capacidad de presenciar y ser testigo sino de mimetizarse junto con su cámara en aquel preciso momento.
De pronto olvidamos que estamos presenciando un parto, dejamos de mirar con morbo y curiosidad, con angustia y excitación y comenzamos a mirar hipnotizados. Concentramos nuestra atención en detalles que nunca hubiésemos percibido, el cambio de roles, de madre a hijo, las manos, el agua y los reflejos.
El momento ha pasado a segundo plano, pero su principal elemento, la vida, se convierte en lo mas importante. Vemos la perfección de la reproducción, del cuerpo y de los comportamientos. Un ejercicio de sentidos que debe de ser captado por los propios sentidos. A eso es a lo que yo llamo saber ver, Brackage le arrebata al tabú, una de las condiciones naturales mas importantes de la vida , el nacimiento de un ser humano, que ha sido clasificado y premeditado por anos entero, robándole su cualidad única y perfecta al mismo tiempo.
Brackage nos devuelve, el sentimiento. En un sentido metafórico me gusta pensar que la ausencia de sonido como tal, es este caso esta ligada a la exigencia de un momento tan demandante en cuestión de sensibilidad y que un poco de música o de sonido, rompería justamente con esa armonía que le da a un suceso tan histriónico un toque de completa belleza artística.
En Comingled Containers nos adentramos en los azules oscuros, imágenes que parecieran agua en movimiento, pequeños círculos que a mi percepción recordaban a los círculos que se forman cuando apretamos nuestros ojos después de llorar, o cuando apenas dejamos filtrar las luces del exterior a través de los parpados. El agua corriendo reflejando distinto tonos que van de los ocres a los grises profundos, generando una atmósfera completamente distinta a las obras de su autoría que mencione anteriormente. Vibraciones de luz, que marcan pautas cuando se contrastan con los obscuros.
Significados y sensaciones logrados únicamente a través de la contraposición de imágenes, que en algunos casos imitan la sensación de movimientos sin ni siquiera estarlo, como en el caso de Black Ice, que desde un principio juráramos que la cámara se estuviera moviendo hacia adentro, marcando un punto de fuga y una increíble sensación de profundidad, cuando realmente los colores , las luces y las sombras son las que van cambiando de lugar mientras que le imagen permanece siempre en la misma posición.
Quisiera pensar que su trabajo es dentro de cierta manera sencillo y que en un caso dado todos podríamos acceder a el, pero después de entrar en las obras desde una posición distinta, logramos entender que la forma en la que Brackage observa es única y que otorga una convivencia perfecta entre las imágenes, que estoy segura consta de mucho mas que tan solo elegir algunas al azar para después pegarlas en edición.
Es un hecho que el ejercicio artístico de Brackage es la búsqueda del poder de la imagen sin el discurso que la fundamente como tal, lo que hace que su trabajo sea aun mas atrevido y riesgoso, puesto que no recae sobre ninguna narrativa o explicación, solamente busca ser y así ser captado. No solo un reto para el artista sino mas bien un reto para el espectador, que se ve forzado a ver de nuevo, con los ojos de alguien que mira por primera ves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario